Ven aquí conmigo con tus gladiolos y mohines.

Me alegra la luz que cambia el color de tus ojos.

Si no es mi tararear. Quizás
el aleteo de mi amor te hará venir?

En mis venas aletea
la sangre de mi amor,
la sangre de adonde vine a venir donde andabas:
por las calles del barrio llamado Flores.

Ah amor me parece
que vamos logrando ablandarnos la rutina
y veremos si da para endurecerla también.

Hoy si no llueve vuelvo en bicicleta
a mirar tus ojos tus aleteos.