Amargo



Ella me dice que aprendió
algunas palabras en hebreo.

¿Estuviste con uno de esos israelíes
 que se van de mochileros 
después de hacer el servicio militar?
Le pregunto
y me dice que sí.

Adiviné.

Es que una vez conocí a dos de esos
en un camping de El Bolsón.

Yo había leído hacía poco los escritos de Rodolfo Walsh
sobre la cuestión del Estado de Israel.
Y los desprecié mentalmente pero después,
me acordé de en qué lugar estaba, y por qué
y con quienes.
Entonces me callé y sonreí por dentro con tristeza.
Iá tu sabes.

O mi amiga que una vez se comió a un flaco inglés
que venía de Afghanistán, y estaba acá de vacaciones
como si tal cosa.

O el tipo de apellido mapuche
que estaba viendo si se podía ir a Liberia a combatir con la ONU o algo así.
Garpaban como 50 mil dólares.
Pero al final no, no le salió.

Liberia: ahí si que están jodidos.
Onda lo único que había era una fábrica de la Firestone.
Nunca fui, no tengo plata para vacaciones
y digo que la era
de los viajes ha terminado.
Ja!

Una vez lo dije en la casa de un pariente de mi viejo.
El tipo me miró como diciendo ¿de qué estás hablando, willis?.
Es que el tipo se había jubilado o algo así
y dijo que para él recién empezaba la era de los viajes:
se había ido al caribe a nadar con los delfines.



Ooh sí, el caribe, los delfines,
viajar...
es todo tan bonito.