Ajo, sí
mucho ajo
en las instancias del desconsuelo
y las incomodidades del confort.
Mucho ajo pa' que sane,
o para que pique nomás.
Ajo solo para este saco de huesos.
Ajo en la lucha contra el desánimo,
contra el asco de sí y de todo
aunque sea el asco necesario
para sobrenadar las penas de rutina.
Hace mucho ya que no abrazo
ni encuentro
un hueco donde guardar,
donde curar
en lo oscuro de un refugio así
el miedo
de morir así tan solo,
habiendo echado
algunos ajos y nada más.